Читать книгу 20 años de estrenos de cine en el Perú (1950-1969). Hegemonía de Hollywood y diversidad онлайн
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En los años sesenta la industria norteamericana experimenta una etapa de crisis que se va acentuando progresivamente hasta culminar con el desmantelamiento de los viejos estudios, mientras que las “nuevas olas” se consolidan. La noción de “cine de autor” se asienta y la vieja afición “cinemera”, centrada en el culto del actor y del género, empieza a mutar en la novedosa “cinefilia”, más selectiva y exigente, así como más atenta a la figura del director. Si bien, el predominio de la producción norteamericana sigue firme, la presencia de otras cinematografías se diversifica y el volumen de cintas mexicanas aún se mantiene de modo considerable, lo que no ocurre con las argentinas.
El propósito de este trabajo es efectuar una mirada paralela al cine que se hace en el mundo durante esos veinte años y al que se exhibe en el Perú, aunque la atención se centrará en el espacio de la capital. No hemos acometido la ímproba tarea de revisar los diarios, al menos de las capitales de provincia. Sin embargo, se puede presumir, casi sin margen de error, la alta probabilidad de que durante esos años alrededor del 90 % de los estrenos en salas de Lima se veía también en las de provincias y pueblos3. Es decir, existía una circulación continua a lo largo de todo el territorio de cintas que permanecían en las bóvedas de las empresas distribuidoras por varios años, de títulos que se reponían o se reestrenaban en copias nuevas y que circulaban constantemente, alimentando la afición. Son los tiempos en que es notoria y marcada la diferencia entre salas de estreno y de barrio, aun cuando, como hemos señalado, estas últimas también eventualmente estrenaban películas. En el curso de los años sesenta las cosas cambian parcialmente, pues algunos circuitos se abren en mayor medida a los cines de barrio (con los westerns italianos, por ejemplo, estrenados simultáneamente en muchas salas). Eso se reduce más adelante hasta el desmantelamiento de las salas, el que aun cuando se inicia en los años setenta llega al punto abismal a mediados de los años noventa, cuando la aparición de las multisalas configura un cuadro muy diferente del que predominó a lo largo de setenta o más años.