Читать книгу Laicidad y libertad religiosa del servidor público: expresión de restricciones reforzadas онлайн
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En lo relacionado con la libertad, esta implica que existe una separación entre Estado y ciudadanos, a quienes les permite escoger autónomamente en asuntos religiosos, sin la injerencia del poder político, y a quienes protege en ese ejercicio.
En lo correspondiente a la neutralidad89, ha de entenderse que “El Estado laico es aconfesional, pero no necesariamente anticlerical”90, esa neutralidad implica regulaciones del servicio público, para garantizar la continuidad e igualdad en su prestación91; del espacio público, con el fin de permitir o restringir las expresiones públicas, individuales o colectivas, en él92; y del vínculo con el servidor público, para precisar el alcance de su libertad religiosa y su deber de imparcialidad en el ejercicio específico de sus funciones o atribuciones.
En síntesis, la relación entre poder político y religión, desde el paradigma de la laicidad, significa:
- diferenciar entre religiones y poder político;
- asumir, desde el Estado, una función de respeto y protección a la libertad ciudadana de escoger su religión y expresarla;