Читать книгу Intensas decisiones онлайн
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Desde que tengo memoria quise vivir aquí, sé que suena raro, Nueva York no es de las ciudades más tranquilas de Estados Unidos, pero a mí me encanta y disfruto mucho la sensación que me provoca el venir a vivir a esta ciudad.
El caos del tráfico y las luces enceguecedoras hacen vibrar mi cuerpo.
Me llena de emoción tener la posibilidad de recorrer cuantas veces quiera esta ciudad tan hermosa y soñada para mí.
— Hemos llegado, son 30 dólares — La voz del taxista interrumpió mi estado de total alucinación. Procedí a entregarle el dinero, el poco que me quedaba teniendo en cuenta que había prácticamente escapado de mi antiguo hogar, sin llegar a pensar en que necesitaría más dinero del que poseía hasta encontrar un empleo —.
Bajé del taxi, tomé mis cosas y me encaminé hacia la residencia donde me hospedaría. Era de locos, personas de todas las edades y clases sociales caminaban, hablaban y hasta gritaban de la emoción de asistir a la universidad. Muchos de los que consideraba, entrarían por primera vez al campus, estaban acompañados por sus padres. Eso es algo que no podía permitirme, mi madre nunca se había interesado en mis cosas, y mi padre, el único ser en la faz de la tierra que creía y parecía comprenderme, había tenido que desaparecer por inconvenientes con su trabajo. Y por inconvenientes me refiero a que tuvo que escapar porque su mejor amigo, o eso pensábamos que era, lo traicionó e intentó matarlo. Larga historia que seguramente contaré luego, la verdad es que ahora no me apetece hacer viajar a mi mente por esos recuerdos oscuros.