Читать книгу Intensas decisiones онлайн
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No es la primera vez que me subo a una moto, de hecho, solíamos hacer motocross con mi padre cuando era más pequeña. Recordé esos momentos con un nudo en la garganta, a veces me gustaría que las cosas hubiesen sido diferentes en cierto punto para mí.
Algo en el ambiente hizo que me diera un poco de vértigo el estar subida en aquella moto, así que me agarre de su chaqueta; creo que lo hice un poco fuerte porque se frenó.
— ¿Estás bien? — Me preguntó sacándome de mis pensamientos.
— Si, perdona — Y noté que ya habíamos llegado a la residencia —. Gracias por traerme.
— Puedes pagarme con lo que hablamos hace unos momentos — Haciendo referencia al sexo. Me resulta repugnante, lo detesto —.
No lo salude, aquellos comentarios me resultan repulsivos, ¿es que los tíos no pueden estar ni dos minutos sin pensar en sexo? Por favor. Entre a mi habitación y para mi sorpresa, estaba sola nuevamente. Definitivamente la noche había terminado.
Me quité los zapatos, los short, la remera, absolutamente todo. Me quedé únicamente en bragas y brasier, me senté en la cama claramente frustrada.