Читать книгу 100 años de periodismo en el Perú. 1900-1948 онлайн
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3.3 De la prensa manual a las rotativas
Luego de que los diarios incorporaron la telegrafía para el recojo de información, el siguiente paso fue contar con talleres de impresión dotados con máquinas más rápidas y eficaces, que fueron creadas en el siglo XIX para atender el boom editorial.
A inicios de esa centuria, las prensas manuales fueron la primera herramienta para fabricar periódicos. A mediados del siglo XIX los periódicos peruanos ya tenían una prensa metálica fabricada por Charles Stanhope, según refieren Luis Guevara y Adrián Gechelin, en su Historia de las artes gráficas en el Perú. Hecha de hierro, la máquina disponía de “[…] una ingeniosa barra de presión que, al tirar de ella, accionaba un mecanismo de enganche que funcionaba como una palanca y multiplicaba sobremanera la fuerza de presión”, describe el periodista y remodelador de diarios Juan Fermín Vílchez de Arribas (2005). Esta máquina sustituyó a la prensa de madera y perfeccionó la tipografía.
Sin embargo, las prensas de cilindros que funcionaban por acción del vapor (mecánicas a vapor o a reacción) permitieron la fabricación industrial de diarios. Se les debió acoplar filetes verticales metálicos o corondeles, para fijar la composición tipográfica e impedir que los tipos que se ajustaban en las planchas de metal se movieran. Esto explica la rigidez de los primeros periódicos, que durante el último tercio del siglo XIX lucían como largas sábanas de texto (doble pliego), con cuatro páginas, cada una con cuatro a siete columnas, y con titulares cortos a una sola columna. Los corondeles impedían que las informaciones: