Читать книгу Informe 2084. Una historia oral del Gran Calentamiento онлайн
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La mayoría de los científicos universitarios en ese entonces dependían de las subvenciones del gobierno y tuvieron que renunciar a sus programas de investigación. Las grandes universidades habían obtenido entre un cuarto y un tercio de su financiamiento total como gastos generales de becas de investigación. Una de las primeras cosas que hicieron fue reducir los fondos para los departamentos de ciencias y despedir a los profesores. Los estudiantes, que no veían futuro en el estudio de la ciencia, votaron con los pies al tomar clases en otras materias. Cuando la matrícula de ciencias disminuyó, se justificó la eliminación de más departamentos y profesores de ciencias. Las revistas científicas, cuyos principales clientes eran las universidades, también fueron víctimas, dado que el volumen de investigación se desplomó y el financiamiento de las bibliotecas universitarias cayó y, enseguida, desapareció. Por supuesto, sin fondos de investigación y sin revistas, las numerosas sociedades científicas también tuvieron que cerrar sus puertas.