Читать книгу El misterio de los días. Claves para sanar y reinventar la vida онлайн
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Había diferencias de base entre ellos dos, sobre todo en cuanto a valores morales, éticos. Yo había visto a Jaidev mintiendo sin arrugar su rostro. Sabía que cuando deseaba algo lo conseguía no importando los medios, él no pertenecía a la comunidad sikh, sino que su familia venía de la India, de castas de comerciantes con poca educación formal, pero con muy buen sentido del humor, era simpático, hablador, risueño. Arya a su lado era un gran contraste, se veía muy refinada, callada, parecía una princesa educada con esmero en los mejores colegios de Inglaterra, que lucía una eterna sonrisa como una máscara facial del buen comportamiento.
Unos años después, producto de muchas discusiones y algunas desavenencias en los negocios, Arya y Jaidev se separaron.
En un viaje posterior que ella realizó a Londres se encontró con su primera esposa, la madre de los hijos de Jaidev, quien le comentó que después de tener esos dos hijos él se había esterilizado, por lo que le era imposible tener más descendencia.