Читать книгу Intensas decisiones онлайн
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Aparcó el coche en el número 10, supongo que es el número de su piso o apartamento o que se yo.
— ¿Te apetece salir del auto o prefieres quedarte encerrada aquí? — Volví a revolear los ojos, parece que ese será mi estado de ánimo siempre que esté cerca de él.
Salí del auto y lo seguí hacía el ascensor. Todo parecía muy sofisticado y caro. Me resultaba extraño que un universitario pudiera llevar este estilo de vida, aunque pensándolo bien, si ese universitario venía de una familia con mucho dinero, quizás no lo sea tanto.
Llegamos a su apartamento y era realmente bellísimo, tenía un ventanal inmenso, del piso al techo y del ancho de la pared. Todo estaba pintado de negro, gris y blanco, sobrio pero hermoso. Estaba todo pulcramente limpio, producto, seguramente, de una persona contratada para esa tarea.
Me encantaba, era un lugar donde querrías quedarte a vivir. La televisión era enorme y el sillón lucía de lo más cómodo.
Puse mis cosas sobre una silla y esperé a que el trajera las suyas para poder empezar con el trabajo y poder largarme de allí cuanto antes.