Читать книгу Intensas decisiones онлайн
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— Pues, claro que no tengo que disculparme, pero lo hago para ser educado contigo, maldición.
— No necesitas serlo, Luca — Le contesté lo más cortada que pude, necesitaba que me dejara en paz. Necesitaba paz —.
Lo dejé con la palabra en la boca porque entre a una de las duchas más cercana para poder terminar con lo que quería desde un principio.
Estaba sacándome la remera cuando alguien abrió la cortina de la ducha y entró. Me asusté demasiado pero enseguida bajé a la tierra cuando me di cuenta de que quien había entrado era Luca.
No dijo nada, sólo me empujo contra la pared de la ducha y se acercó peligrosamente a mi boca. Tenerlo tan cerca hizo que mil mariposas revolotearan en mi estómago provocándome una sensación extraña y nueva.
Sus ojos no se apartaron de los míos en ningún momento. Su mirada era intensa, demasiado intensa y oscura, y rogué internamente para que me besara.
Sus manos se encontraban a ambos lados de mi cabeza, pegadas a la pared. No sé cuánto tiempo habremos pasado así, sentí que fue un siglo.