Читать книгу Informe 2084. Una historia oral del Gran Calentamiento онлайн
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Doctora Emerson, si hace décadas la gente hubiera podido prever el futuro y comprender lo que le sucedió a Australia, ¿cuál cree que hubiera sido la lección?
Esa pregunta me hace pensar en mi abuelo. Cuando era joven, le encantaba leer ciencia ficción de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. En particular, un género llamado ficción postapocalíptica, en el que los autores imaginaban el mundo después de una guerra nuclear global. Cuando era adolescente, encontré muchos de esos libros en su biblioteca y los leí. Algunos tenían un inmenso poder: recuerdo La tierra permanece, Cántico por Leibowitz y, en especial, La hora final, del famoso autor Nevil Shute. Estos libros hicieron que los lectores entendieran el verdadero peligro de una guerra nuclear y, sin duda, ayudaron a prevenirla. Ninguno tuvo más impacto que La hora final. Se ubicaba después de una guerra nuclear en el hemisferio norte, pero antes de que las consecuencias mortales llegaran a Australia. Sin embargo, se estaban acercando y todos lo sabían, lo que daba una poderosa sensación de muerte inminente a los australianos y a la tripulación de un submarino estadunidense que se encontraba estacionado en Australia.