Читать книгу Laicidad y libertad religiosa del servidor público: expresión de restricciones reforzadas онлайн
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Si bien la Declaración no efectuó un reconocimiento explícito de la libertad de creencias y la vinculó a la de opinión –al parecer por la idea mayoritaria de conservar una religión nacional dependiente de Roma64–, sí dispuso que nadie podría ser molestado por razón de sus creencias religiosas. Se constituyó así el reconocimiento estatal más temprano de la libertad religiosa en un cuerpo enunciativo de derechos, pues, aunque la declaración de independencia de los Estados Unidos fue previa a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la primera no estableció un catálogo de derechos y solo con las diez enmiendas de 179165, añadidas a la Constitución de 1787, se incorporaron varias libertades, entre ellas la de religión.
En lo que sí fue primera la Constitución estadounidense fue en asegurar la exigibilidad de la libertad religiosa, porque de la Declaración francesa se afirma su ausencia de eficacia, dado el desconocimiento de su carácter vinculante, por haberse adoptado como externa a la Constitución y porque solo recientemente el Consejo de Estado66 de ese país admitió su obligatoriedad.