Читать книгу El misterio de los días. Claves para sanar y reinventar la vida онлайн
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La idea de familia va más allá de un concepto meramente biológico de consanguineidad y la herencia no solo se produce por transmisión genética, sino que también influyen en nosotros personas, hechos y decisiones de quienes han estado cerca o han jugado un papel preponderante en la infancia tanto nuestra como de nuestros progenitores.
Podemos recordar a aquellos que nos cuidaron, las amistades de niños y sucesos del pasado. Aunque hayan pasado décadas, los vínculos emocionales siguen presentes y los identificamos y/o replicamos en otras personas y circunstancias.
Vemos a un desconocido en la calle y le encontramos un parecido a alguien que conocemos.
Si bien la mente humana siempre está asociando lo nuevo a lo conocido y el sentido de la vista completa imágenes inconclusas con lo que estamos acostumbrados a ver, hay algo más, como una especie de fuerza que nos mueve a acercarnos a ciertas personas y rechazar a otras.
El instinto de sobrevivencia, acentuado por las creencias familiares y reglas sociales, nos empuja a cruzar la vereda si nos sentimos potencialmente amenazados por quienes caminan a nuestro lado.