Читать книгу El misterio de los días. Claves para sanar y reinventar la vida онлайн
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En su capital, Nairobi, aún viven los descendientes de los ingleses que colonizaron el país. Bastante multicultural, se encuentran también los árabes que habitaron la costa mucho antes de la colonización europea y los múltiples ciudadanos de diferentes países que eligieron por varios motivos quedarse a vivir. Además, hay europeos, los descendientes de los indios que vinieron durante el tiempo de los ingleses a trabajar en la construcción de caminos y ferrocarriles y la población originaria africana.
Tiene un clima de altura templado con primavera eterna. Hay granjas, flores y mucha pobreza, un gran contraste entre las mansiones y los pequeños cubículos donde se aprietan para vivir centenas de kenianos.
La manera en que Kenia me recibió fue bastante sorpresiva. Fuimos invitados a cenar a la casa de un colega de mi esposo en un barrio muy elegante de Nairobi. Era de noche y en medio de una afable conversación donde el tema principal era “lo seguro que era ese barrio para vivir”, y mientras degustábamos el aperitivo, comenzamos a escuchar ruido de balazos muy cercanos. Ante la situación, corrí a encerrarme en el baño de visitas, completamente agachada. Recordé a mi padre con su buen sentido del humor gritando irónicamente: “¡Sálvese quien pueda!”.