Читать книгу Malestar en la civilización digital. Abordaje económico y filosófico онлайн
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No es nuestro objetivo describir las estratagemas de los contadores de las GAFAM para evitar pagar sus tasas e impuestos. Ello ya ha sido hecho por otros (Lafrance, 2013).
Apple logró pagar solo el 1,9 % de los impuestos sobre sus colosales beneficios obtenidos fuera de Estados Unidos, una linda “optimización” comparada con el 2,5 % pagado el año anterior y con los pagos de Google (2,5 %). Esto permitió a la empresa recoger un botín de guerra de más de 120 000 millones de dólares, cuya mayor parte está bien resguardada en paraísos fiscales. (párr. 30)
A Estados Unidos le gustaría mucho que los fondos de Apple fueran devueltos a Cupertino, en California, la casa matriz del grupo, lo que significaría 30 000 millones de dólares de ingresos fiscales de un golpe, ¡el sueño de cualquier gobierno! Pero los más perjudicados son los europeos, puesto que gran parte de los 232 000 millones de dólares del volumen de negocios de la compañía (de los cuales 215 000 se obtienen en el extranjero) es efectuada en Europa, el tercer mercado en importancia después de Estados Unidos y China. Y con el montaje financiero de Apple y las facilidades fiscales irlandesas, sobre los 36 800 millones de lucro obtenidos fuera de Estados Unidos, Apple solo pagó 713 millones de impuestos, o sea, el 1,9 %. Demos un ejemplo un poco caricaturesco: en la primavera boreal del 2016, todos nos enteramos de que la Comisión Europea reclamaba 13 000 millones a Apple por impuestos no pagados. Esta suma debía ser entregada al tesoro irlandés, y Apple impugnó, como corresponde. ¡Lo increíble es que Apple e Irlanda querían recurrir juntos la decisión! Es bien sabido que Irlanda atrae las grandes empresas TI; como contrapartida, se reducen al mínimo los impuestos sobre el lucro de las empresas como Apple. “Nos encontramos en una posición extraña que nos fuerza a pagar impuestos a un gobierno que no los quiere”, explicó Tim Cook, presidente de Apple.