Читать книгу Malestar en la civilización digital. Abordaje económico y filosófico онлайн
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Cada país protege sus intereses. El presidente Trump redujo drásticamente los impuestos a las sociedades de 35 % a 19 %, para forzar a las empresas a declarar sus beneficios en Estados Unidos. Pero las cosas cambian poco a poco, en Europa y también en Estados Unidos. La prueba de ello es que incluso Trump quiere ahora que Amazon pague sus impuestos en Estados Unidos, como había prometido —según parece— en su campaña electoral (convengamos en que Jeff Bezos de Amazon es un enemigo mortal del presidente, en su calidad de propietario de The Washington Post, muy crítico de Trump). Apple tendrá que pagar 31 000 millones de euros al fisco americano. Conforme a la reforma fiscal votada a fines del 2017 por el Congreso, la empresa de la manzana deberá abonar un impuesto excepcional sobre sus efectivos depositados actualmente en el extranjero. En tal ocasión, debería repatriar una parte de sus activos líquidos a Estados Unidos, en donde promete, además, invertir 30 000 millones de dólares y crear 20 000 empleos en los próximos cinco años.