Читать книгу Malestar en la civilización digital. Abordaje económico y filosófico онлайн
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Canadá acaba de recibir un regalo de 500 millones de dólares de Netflix, como contrapartida de una exención de impuestos, lo que fue denunciado por todo el sector de creación y producción canadiense, que paga tasas e impuestos como es debido. Pero las autoridades políticas de ese país están revisando actualmente sus directrices relativas a los grandes ecosistemas2. Y, por el lado europeo, hay una firme voluntad de gravar el valor procedente de los datos recogidos y utilizados con fines publicitarios, lo que se refiere a los ingresos por publicidad en línea y empleados con esos fines. En Canadá nos encontramos con la situación absurda de que toda publicidad es gravada (sea en los periódicos, televisión, radio o cartelería), salvo la que se realiza en internet, que hoy acapara casi la mitad del total. La provincia de Quebec quiere obligar a las empresas a pagar tasas que provienen del extranjero vía el cibercomercio, pero esa no es la postura, a nivel federal, de Ottawa, capital de Canadá.