Читать книгу El misterio de los días. Claves para sanar y reinventar la vida онлайн
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Esperamos unos minutos, hasta que los leones se retiraron del camino. Tengo que confesar que no estoy habituada a tratar de cerca con animales tan especiales. En mi tierra a lo más puedes toparte con caballos, vacas y perros.
Ella no tenía miedo de las fieras salvajes. Los leones se ven bastante inofensivos, como grandes gatitos, pero ya había visto varias veces en las noticias que habían atacado a algún turista, obviamente con un desenlace fatal.
En realidad, los seres humanos eran, según ella, “mucho peores”. Dijo: “Los animales solo cazan cuando tienen hambre y eso es de madrugada, no matan por matar”.
Recordé las atrocidades que nosotros, los que nos consideramos “civilizados”, hacemos con nuestros congéneres, cómo nos maltratamos, abusamos de otros y no dudamos en atacarlos ante cualquier rabia, por desquite o simplemente por tener ganas, agresividad y tanta falta de amor y paz.
El destino se encargó de demostrar ese argumento.
Unos días después, una noche en la que Arya visitaba a sus padres, entraron unos individuos armados con la intención de robarles. A ella la encerraron en el baño y a su mamá la llevaron al dormitorio principal para que entregara las joyas y el dinero; al no encontrar un botín contundente, los desconocidos le dispararon, dejándola muerta en el suelo de su pieza.