Читать книгу Malestar en la civilización digital. Abordaje económico y filosófico онлайн
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Cuando se trata de grandes proveedores como las GAFAM, basta con ver el capital de Bill Gates, de Jeff Bezos o de Mark Zuckerberg para comprender el poder del capitalismo cognitivo e inmaterial de hoy con respecto al capitalismo industrial de producción, que opera sin límites ni regulaciones, únicamente con las reglas del mercado. Es imperioso reconocer que el ciberespacio está constituido por ciudadanos, y no solo por “consumidores” que consienten, dice Pierre Trudel (13 de marzo del 2018). Por más que Zuckerberg lloriquee delante del Congreso americano y se excuse mil veces, la cosa no funciona, puesto que es su business model. Él hace su fortuna explotando a millones de usuarios mediante su sistema de Facebook; vende su clientela (y la necesidad insaciable de comunicación social de los usuarios) y sus datos a quien quiera explotarlos. En una palabra, tiene entre sus manos una máquina de hacer dinero.
¿Google o Amazon son hegemónicas? “Google y todas las GAFAM se convirtieron, a partir del desarrollo generalizado de internet desde 1995, en los verdaderos bienes de capital de la inteligencia colectiva. ¿Por qué en bienes de capital? Porque permiten producir intangibles, bienes inmateriales” (Moulier Boutang y Rebiscoul, 2009). Más allá del foro social, cuyos beneficios pueden parecer fútiles, nuestros datos son esenciales para el progreso de la medicina, para el funcionamiento del transporte, para la difusión de la información, para la investigación y la educación, para mejorar el comercio y la circulación de productos y servicios, pero también para modelar y organizar la venta y la distribución de productos inmateriales, como la música, la información, la cultura, etcétera.