Читать книгу Malestar en la civilización digital. Abordaje económico y filosófico онлайн
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Actualmente, toda la reflexión sobre los bienes comunes versa sobre la cuestión ecológica, puesto que la responsabilidad de los daños ambientales debe caber a todos, Estados de todo tamaño e individuos. ¿A quién pertenecen el aire, el agua, las riquezas naturales, y a quién incumbe la protección de la naturaleza, la biodiversidad, la transformación del clima, etcétera? En el 2010, gracias al movimiento de los open data (datos abiertos), emerge una nueva noción, la de datos abiertos de interés general, que exige que se ponga a disposición de los ciudadanos ciertos datos en poder de operadores privados. Por ejemplo, en el proyecto de ciudad inteligente Quayside de Toronto (véase el anexo 1 de este capítulo), muchos grupos e individuos se rebelaron al ver a un sistema privado como Alphabet/Google (financiador del proyecto) apropiarse de todos los datos personales de los habitantes que viven y circulan en el barrio. Otro ejemplo: ¿las empresas como Microsoft, Google o Apple tienen el derecho de poseer y utilizar los datos personales de los alumnos que utilizan sus materiales y sus redes educativas4? Y lo mismo ocurre con los datos médicos de los pacientes examinados.