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—¿Está listo para esto? —preguntó.
—¿Para qué?
—¿No ha sido militar? Bueno esté listo para ponerse a cubierto. Las bombas están a punto de empezar a caer.
Slim miró involuntariamente al cielo. Croad dio un paso adelante y sacudió el borde de la lona. Esta crujió y cayeron varios puñados de hojas acumuladas.
—¿Shelly? ¿Estás ahí? Soy Croad. He traído a alguien que quiere preguntarte por Den.
Desde el interior les llegó un sonido similar al de alguien caminando sobre papel seco de periódico. Una esquina de la lona se abrió para mostrar una cara anciana y salvaje enmarcado por un pelo ensortijados de un color rubio gris que salía de una bandana azul. Entornaba lo ojos y fruncía los labios con un gruñido salvaje. Siseando, chasqueó la lengua hacia Slim y luego le mostró un palo. Dio un paso atrás, levantando la mano.
—Venimos en son de paz —dijo Croad—-. Este es Mr. Hardy. Quiere preguntarte por Den. Un antiguo amigo de la escuela, ¿verdad?
Slim no se esforzó por contestar. Shelly le dirigió sus gruñidos, con mugre en sus mejillas agrietadas y despellejadas. Frunció los labios, como si quisiera mandarle un beso y luego escupió una flema que cayó cerca de los zapatos de Slim.